LLega el verano y aunque no se note en las temperaturas, vamos cambiando poco a poco la forma de arreglarnos. Nos ponemos muchas menos prendas, subimos el color y enseñamos la piel. Con un vestidito, unas sandalias y unos pendientes bonitos, estamos listas y el bronceado hace el resto. Por ese motivo, ya sean grandes o pequeños, buenos o de fantasía, de este año o sacados del baúl de los recuerdos da lo mismo ¡ponte tus pendientes!
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