El camel siempre vuelve y no precisamente por Navidad. La verdad es que es un tono que pongas donde lo pongas nunca molesta, es elegante y sereno. Recuerda que si se usa en lugares históricos o muy ornamentados se mimetiza con el entorno y nunca les resta protagonismo. En las fotos se muestran etiquetas para el agua y las blondas a juego.
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