En la Inglaterra victoriana, mi época preferida en cuanto a literatura se refiere, se enviaban constantemente notas e invitaciones personalizadas, tanto para anunciar una visita, como un acontecimiento importante, o un baile. Hoy en día estamos recuperando algunas buenas costumbres, como las invitaciones o las tarjetas de agradecimiento. Tanto las invitaciones con su lazada lateral, como los sobres forrados a juego, serían sin duda objeto de detallada descripción por Jane Austen.
domingo, 23 de marzo de 2014
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