Es bonito conservar algunas tradiciones, como recibir una invitación de alguien al que le importas, y desea compartir contigo una fecha determinada. Ahora ya no mandamos cartas a nuestros amigos pero deberíamos volver a hacerlo, pues no hay nada más agradable que abrir el buzón y encontrar un sobre con el destinatario y el remitente escrito a mano, y darte cuenta que esa persona todavía se acuerda de ti.
Claro que sí, son este tipos de detalles los que hacen especial un día.
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