jueves, 25 de julio de 2013

Un tren llamado tragedia

 
Todo estaba a punto para la gran noche de Santiago, mi ciudad; unos fuegos del Apóstol esperadísimos, y de repente, todo se truncó para siempre. Un tren a toda velocidad terminaba con la vida, el futuro y las ilusiones de decenas de personas que querían o debían acercarse a Galicia.
La solidaridad, el instinto de supervivencia y el afán de ayudar hicieron el resto, y todo se convirtió en una grandísima cadena humana remando en la misma dirección, todos a una. Ya no quedan sonrisas, ni el jaleo, ni el sonido propio de la fiesta, hoy sentimos nuestro semblante, nuestro corazón  y el alma rotos de dolor y pena, tanto por los conocidos, como por los desconocidos que desde anoche forman ya parte de nuestras vidas.  

3 comentarios:

  1. La verdad es que fue terrible... no hay palabras para describir tanto dolor... cuando menos te lo esperas, todo se acaba!
    Un saludo.

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  2. ha sido terrible.mucho animo
    besitos
    http://lashadasdemicuento-ireneylucia.blogspot.com.es/

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