Estas imágenes son de ayer domingo, en la playa de Silgar, Sanxenxo (Pontevedra) donde he pasado todos los veranos de mi vida y donde tengo esos recuerdos que te hacen sonreír, que huelen a pandilla, a felicidad y a nadar hasta quedar arrugaditos los dedos. Como podéis ver lucía el sol y hacía calor , mis hijos estuvieron todo el día jugando y bañándose con sus amigos. La vuelta fue perfecta, niños dormidos en el coche, agotaditos perdidos y con media sonrisa en sus bocas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario